En la década de 1980, en Rusia se dearrolló un sistema que permitía convertir la orina en agua potable, pero nunca se utilizó dado que los astronautas que iban a ser los usuarios finales, no lo aceptaron.
Actualmente, la NASA desarrolló una máquina similar que será utilizada dentro de pocos meses en la Estación Espacial Internacional.
La NASA ha gastado décadas en el perfeccionamiento de un sistema para transformar la orina en el agua potable, que puede utilizarse en el espacio para beber, preparar alimentos y lavar. Los desarrolladores aseguran que el agua del sistema será más limpio que el agua del grifo EE.UU.
fuente: ABC News – On tap in space: Urine will not go to waste